La Saeta.
Dijo una voz popular:
"¿Quién me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús el nazareno?"
Oh, la saeta al cantar
al Cristo de los gitanos
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar.
Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz.
Cantar de la tierra mía
que echa flores
al Jesús de la agonía
y es la fe de mis mayores.
Oh, no eres tú mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en la mar.
Oh, no eres tu mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en la mar.
Antonio Machado.
Curiosidades de La Saeta.
La Saeta es un poema de Machado que actualmente se ha convertido en un himno de la Semana Santa, pero su autor no la escribió con esa intención sino más bien todo lo contrario.
Machado
era creyente pero no entendía por qué, y más en Andalucía, se enaltecía tanto
la Semana Santa, así como la pasión de Cristo, en lugar de aquellos momentos
importantes de la vida de Jesucristo menos dolientes, por ello escribió La
Saeta donde se ve como él prefiere resaltar los momentos anteriores a la
pasión. En el poema se dice: “no puedo cantar, ni quiero a ese Jesús del
madero, sino al que anduvo en la mar.”
SOÑÉ
Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas! ...
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!
El poema trata sobre el amor por parte de Machado hacia su difunta mujer, Leonor. Muestra la nostalgia de Machado después de la muerte de su amada. Así pues, muestra esta melancolía y tristeza. Al final del poema, Machado se centra en el tema de la muerte al preguntarse lo que hay después de esta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario